Maquillajes y bambalinas
Lo más importante es sembrar la confusión, no eliminarla. Dalí
A los pioneros se les tiende a tachar de genios cuando la mayoría son insensatos que por despiste o inconsciencia llevaron a la práctica asuntos al menos cuestionables.
La arquitectura es una materia donde con cierta asiduidad determinados rayos de modas, que si bien pudieron tener un fundamento en sus orígenes, mutaron y se trasladaron al proyecto arquitectónico.
Recuerdo que cuando entré en la Escuela existía una moda de imprimir con fondo negro: algo tan práctico como valerse del poco espacio negativo que pudieran formar unas cuantas líneas sobre un fondo de papel blanco y rellenar el resto en una manta de tinta...imagino que simulando los blueprint en versión casposa, poco práctica y algo descabellada, sin embargo este gesto permitía de forma hábil a quien quisiera no comprender el contenido, disfrutar de un esperpéntico descarrilamiento mental con el continente.
No mucho más tarde y casi como relatos que se solapan, llegaron los "bocados a las fotos" pienso que intentando dar a entender un collage "mirallesco" llegando al punto de ver "comidos" en los planos.
Al poco, todo plano, imagen o texto apareció rodeado de una línea discontinua que, de la noche a la mañana, vio relegada su función técnica en el dibujo a un marco cutre y achaflanado sin sentido.
Hasta hoy tenemos renders que parecen tomados en ese instante precioso en el que el Sol ha estallado y quedan un par de minutos de una vista maravillosa con una cegadora blanquecina y presumiblemente cancerígena luz...aunque en mi opinión podrían quedarse si el sustituto es el de meter a los fotomontajes monigotes desnudos con gafas y barbas "raw" que parece estar por llegar.
Si ya hablaba en un post hace unos años sobre los excesos de la búsqueda de la contextualización como material "autojustificativo", este va sin mucho más sobre las modas que maquillan y retuercen intenciones. Ya no asusta presentarlas en forma de excesos en la búsqueda de perfumar, imagino, un tufillo a decadencia en la búsqueda de lo original, que no inventando sino "reinventando", gran concepto por cierto.
Lo siguiente quiero pensar, serán estampados en los bordes del panel o quizás molduras a modo de marco de fotografía estilo pueblo-rococó, todo adrezado con un olor dulzón y pringoso del juego del despiste. Con este ritmo deberíamos estar ya usando molduras jónicas en los pilares. A estas alturas...sorprenderse es ilegal.
En cualquier caso, esto es como el corten, los jardines verticales y los bosques de pilares: acabará surgiendo otra genialidad grotesca e injustificada que sin duda alguna todos no dudaremos en aplicar.
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